martes, 23 de octubre de 2018

NADIE NOS OYE (Nando López)



Tras perder el partido más importante de su vida, un joven de diecisiete años aparece muerto a causa de una paliza.
Aunque los recientes enfrentamientos entre el Zayas y el Távora apuntan a que se trata de un nuevo episodio en la escalada de violencia entre ambos centros, solo dos personas próximas a la víctima
poseen las claves para desentrañar lo sucedido: Quique, uno de sus compañeros de clase y miembro de su equipo de waterpolo, y Emma, la psicóloga contratada por el club para asesorar a sus jugadores adolescentes.
Decididos a hallar la verdad, ambos compartirán su visión de los hechos en busca de las respuestas que se ocultan tras el silencio.
El silencio es el lugar en el que se gestan las tragedias. Bien lo sabe Nando López, que titula “Los silencios” una de las partes de su nueva novela Nadie nos oye. El silencio alimenta los recelos, las dudas, los miedos, los odios. Todo lo que no se dice por vergüenza, por considerarlo prescindible o por querer evitar males mayores, acaba convirtiéndose en una gigantesca bola de nieve capaz de provocar un alud de consecuencias imprevisibles.
La novela arranca con dos derrotas; una deportiva, el Stark, un modesto equipo de waterpolo, acaba de perder un partido importante, y otra vital: uno de sus jugadores aparece, horas más tarde, brutalmente asesinado.
Ese trágico paralelismo nos lleva a ver el deporte como una metáfora de la vida. Encontramos que dentro del club se le da más importancia al equipo masculino que al femenino, ¿a quién le importaba que el equipo femenino fuera el primero en su clasificación?(pág. 42), que son habituales algunos comentarios despectivos hacia los homosexuales, en el equipo no hay nadie que sea gay. Habría que ver las bromas que hacían estos en los vestuarios (pág. 72) o que algunos, como el entrenador, vuelcan en el equipo sus frustraciones, como si pudiera ganar con nosotros las medallas que no ganó por su cuenta (pág. 76).
En cuanto a las relaciones fuera del club, no hay que pasar por alto el enfrentamiento entre los integrantes del equipo y los alumnos del Távora, uno de esos centros chunguísimos a los que nadie quiere ir (pág 91), enfrentamiento en el que se ve reflejada la xenofobia que nace del desconocimiento y que, en muchas ocasiones, es aprendida en el hogar.
Por todo lo anterior, no se nos proporciona de inmediato el nombre del joven asesinado. Al autor no le interesa ceñirse a la trama puramente policiaca, descubrir quién es el asesino, sino tratar de ahondar en las causas que han provocado esa muerte. Lo hace alternando dos planos temporales: el antes, donde vemos cómo los secretos que van tejiendo los personajes a su alrededor los convierten en islas volcánicas a punto de entrar en erupción, y el ahora, más centrado en la investigación del crimen.
Los dos narradores de la historia, Emma y Quique, conocen las consecuencias de la violencia producida por el odio y tratan, con sus medios, de superarla, no voy a dejar que la violencia siga haciéndose con mi realidad (pág. 56) Sus recuerdos nos ayudan a obtener las piezas del rompecabezas que nos permitirán comprender el porqué de esa muerte.
Nadie nos oye se presenta como un thriller juvenil, pero ni se queda en el mero thriller, ni es una simple novela juvenil. Tanto por los temas que trata(islamofobia, violencia machista, homofobia…) como por el estilo con el que está narrada, con periodos sintácticos largos, digresiones, saltos temporales o cambios de narrador sin las habituales “advertencias” de dichos cambios típicas de algunas novelas juveniles, la novela puede (y debe) ser leída por todos los públicos.


miércoles, 8 de agosto de 2018

DESENGAÑOS AMOROSOS



A Octavio, joven alocado e irreflexivo, le resta una última prueba para conquistar a la bella e inteligente Nise: recitar un poema propio en la próxima tertulia literaria que se celebre en casa de la dama.
Sin embargo, por circunstancias ajenas a los protagonistas, la tertulia acaba convirtiéndose en una velada junto a otros dos amigos; don Manuel y Beatriz.
Este es el punto de partida de Desengaños amorosos, obra de Nando López, a partir de textos de María de Zayas, escritora  barroca que suele pasar inadvertida en los libros de texto.
La obra ha cosechado un gran éxito de público y crítica en los lugares donde ha sido representada, como por ejemplo en el festival de teatro clásico de Almagro, donde colgó el cartel de “no hay entradas” los tres días que se representó.
Una trama típica de siglo de oro, junto a un discurso contemporáneo, parecen ser las claves del éxito. Sin embargo, un análisis más detallado nos revelará que la trama, en momentos cercana a lo policiaco, es más actual de lo que pueda parecer a primera vista, y que, ante lo que pueda pensarse, muchos de los parlamentos de los personajes, aparentemente contemporáneos, se encuentran ya en los textos de María de Zayas.
Al éxito contribuyen, sin duda, los actores. Desde Manuel Moya que llena de vitalidad el escenario, pasando por el aplomo de Silvia de Pe en su papel  de una Nise,  que bien podría ser trasunto de la autora, hasta la convincente Lidia Navarro interpretando a la, en apariencia, débil Beatriz. Sin olvidar a Ernesto Arias, cuya recreación de don Manuel, personaje con un complejo mundo interior, ha merecido los elogios de la crítica y los aplausos del público.
También hay que mencionar tanto a la directora, Ainhoa Amestoy, que sabe lidiar con maestría con los saltos temporales presentes en la obra, como a David Velasco, que marca el ritmo de la obra con su música.
Una vez terminada la representación, en lo que se piensa es en leer la obra de la autora madrileña y en dar a conocer a dicha autora a los alumnos. Que sepan que muchas reivindicaciones, en principio actuales, ya se encontraban presentes en las autoras del barroco.





domingo, 11 de marzo de 2018

PROHIBIDO CREER EN HISTORIAS DE AMOR (Javier Ruescas)



Cuando tienes diecisiete años y toda tu vida pasa en You Tube, llega un momento en que no sabes
quién eres. Eso es precisamente lo que le sucede a Cali: su familia tiene un canal con dos millones de seguidores y su novio es el youtuber más conocido del momento.
Por su parte, Héctor vive en una residencia de menores y lucha por averiguar de dónde proviene. Pero el único recuerdo que conserva de su pasado es una cinta de casete con una canción que toca siempre en el metro con la esperanza de que algún día alguien la escuche y la reconozca.
Las vidas de ambos quedarán entrelazadas para siempre cunado descubran el origen de la canción, el póster de una película olvidada y un cine abandonado lleno de secretos…

Tolstoi escribió: Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera, y la de Cali decide que a su manera  será subiendo  vídeos a You Tube, algo que al principio funciona,  pero que, con el paso del tiempo se acaba convirtiendo en“una enorme carpa circense bajo la que esconder lo que ya no tiene solución entre ellos” (pág. 14)
La nueva novela de Javier Ruescas aborda de manera hábil lo que supone ser conocido gracias a las redes sociales, “mucha gente nos conoce por You Tube”  (pág. 197) con sus ventajas, “tenemos lujos con los que muchos solo pueden soñar” (pág. 14), pero también con sus inconvenientes, entre los cuales destaca el de la perdida de privacidad “…consciente de los móviles que ahora desaparecen en el interior de las mochilas y bolsillos de los otro alumnos” (pág. 127)
 A  Cali, la protagonista, le gustaría no ser conocida. Ella siente que no encaja en ese mundo y, en más de una ocasión, se siente el patito feo de la familia, “tengo más caderas, pecho y culo de los que me gustaría” (pág. 20). Sin embargo, debe aceptar que sus actos cotidianos son vistos y comentados por gente que, sin conocerla, la juzga, algo que Cali soporta como puede pues “no quiero dejar que los comentarios de gente que no sabe quién soy defina cómo vivo y lo que hago” (pág. 107)
Sin embargo, la novela no se limita a hablarnos del mundo de las redes sociales y sus repercusiones en la vida diaria de sus protagonistas, sino que aborda otros temas importantes y, en cierto modo,  relacionados con esa exposición mediática que algunos sufren y otros buscan.
En primer lugar, se habla de la incomunicación; la de Cali con su familia, a la que, en ocasiones, parecen importarle más las cifras de suscriptores que los problemas diarios de Cali.
 Se menciona, en segundo lugar, la necesidad de estar conectado a las redes sociales,“¿Por qué has desaparecido de las redes? (pág. 178).
Por último, y relacionado con los temas anteriores, encontramos el problema de la soledad y de la falta de privacidad.
Se puede añadir que la novela también es un homenaje a los cines de antes, a esos que ya casi han desaparecido de nuestras ciudades, pero a los que se sigue recordando porque formaron parte importante de nuestras vidas. 
Aunque quizá, el arte sea el hilo invisible que vertebra toda la obra. El amigo artista al que le gustaría que le preguntasen "lo que quiere expresar con todo esto" (pág. 72) o el fotógrafo  desconocido al que admira y al que sigue por las redes, son parte importante en la vida de Cali. 
 Más allá de los temas tratados y de su argumento, Prohibido creer en historias de amor está narrado con una prosa ágil que invita a no soltar el libro hasta haberlo terminado. Son varios ya los libros publicados por el autor y, en cada uno de ellos, se ve una mejora con respecto a los anteriores. Es cierto que no hay grandes alardes estilísticos o narrativos, pero la novela tampoco los pide. Es más, la aparente sencillez de la obra esconde un lenguaje preciso, pulido cuidadosamente hasta formar frases que, poco a poco, se irán convirtiendo en citas. Porque, como afirma la protagonista “las mejores historias se componen de momentos que se sienten, pero no se muestran a primera vista” (pág. 15)
Como esta.





lunes, 5 de febrero de 2018

#MALDITOS16


Cuando a principios de curso me comentaron que #malditos16, obra que aborda el suicidio adolescente, se representaría en Valladolid, no lo pensé dos veces y reservé entradas para mis alumnos.
Quizá haya quien piense que, gracias a series como Por trece razones, el suicidio adolescente está de moda, o, peor aún,que lo que es un grave problema no es más que un mero entretenimiento: Es una muerte ficticia, no es la realidad, en el mundo real los adolescentes son felices.
No.No lo son.Están construyendo su personalidad.Esa que les acompañará el resto de su vida.
A veces, esa personalidad choca con lo que vulgarmente se denomina "ser normal.Ser igual que los demás”.Esa personalidad que puja por salir y mostrarse al mundo choca con lo  "socialmente correcto”
De todo ello nos habla #malditos16, porque no es solo  una obra de adolescentes que intentaron suicidarse, no es una obra para pasar el rato, para salir de excursión y para perder un día de clase.
No.
Es una obra que aborda muchos de los problemas de los que nuestros alumnos querrían hablar, pero…
Porque #malditos16 alude a otros temas de esos denominados incómodos: el acoso escolar, la realidad lgtb, el machismo…
Por si fuera poco, #malditos16 es una obra que alterna dos planos temporales, lo cual puede dificultar el seguimiento de la obra, en especial si los estudiantes se despistan en los primeros minutos de la representación.
Todos los motivos anteriores hacían que fuera necesario trabajar en clase la obra antes de acudir al teatro.
( Es curioso, pero tal trabajo previo no hubiera sido necesario en el caso de La Celestina, problema de incomunicación con los padres y suicidio final; El Lazarillo, niño maltratado por sus amos, etc)
De manera que se les comunicó a los alumnos la temática de la obra, “Qué interesante”, “Cuando te sientes acosado, a veces te dan ganas de suicidarte”, fueron algunas de sus reacciones
Se habló y discutió en clase de todo lo que a su generación le preocupa, centrando parte del debate en la orientación sexual
Se lanzaron propuestas acerca de cómo se podría representar la alternancia temporal: cambios mínimos de vestuario, lugares diferentes en escena…
Una vez vista la obra, de lo único que puedo arrepentirme es de no haber llevado más alumnos. Ver la sala medio vacía, ante una obra tan cercana a los adolescentes, da una sensación de impotencia, de ser testigo de que no se valora una obra de arte como se merece solo por tratar un tema incómodo.
La representación es una bofetada que te saca de tu espacio de confort y te lanza al mundo inestable de la adolescencia.Apenas ha empezado y ya sientes que conoces de toda la vida a Naima, Rober, Dylan y, sí, ¿cómo se llamaba la otra?, esa joven que clava la mirada en el suelo y parece empequeñecer, tan metida en su mundo de princesas...Ah, sí, Ali, ¿ qué otro nombre podría tener?
Los cuatro se han conocido hace cinco años, cuando intentaron quitarse la vida.Ahora vuelven a coincidir para formar parte de un proyecto que puede ayudar a otros adolescentes
Pero no es fácil.Algunos no han cerrado aún las heridas del pasado.El dinero para el proyecto no llega.No es rentable.La vida de esos jóvenes “ no es una prioridad”
Con un lenguaje cercano y unas actuaciones memorables, la obra mantiene en todo momento la atención del público.
Más de un alumno se identifica con lo que está viendo, la catarsis aristotélica se está cumpliendo...
Al finalizar, muchos quieren preguntar, comentar...la obra no les ha dejado indiferentes
Traerlos ha sido buena idea.